Es una fragancia joven para roqueras inconformistas de nuevo cuño. Tiene una estética barroca que juega con los colores -rojo y negro- y las formas para evocar los frascos antiguos de elixir. Su aroma es dulce y suave, no empalaga porque añade unos contrastes afrutados. Las notas de violeta negra dominan en la composición.